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Il Mono, Anímale Feroce De La América Latina

Pregunto en el Hotel, ¿como es posible que se haya recogido la basura tan rápido? A las 4 de la mañana el carnaval estaba en su apogeo. Me responde el Conserje ‘es que el gobierno no recoge la basura, el gobierno le compra la basura a los residentes’. Genial. Si le compras la basura a los ciudadanos, no hace falta el recogido. Un tanto por libra de basura. Si no, pues… la puedes dejar en tu casa. El éxito es inevitable.

Lo que me trae de vuelta al mono.

El Jefe ofreció gastar, uno punto cuatro millones de dólares para la captura de los monos que llevan años paseándose por las fincas de Lajas y pueblos ministrotes. No se sabe cuantos monos están haciendo residencia en esos municipios. Pero un agricultor del área, victima del hambre mona, se ofreció a cazar los monos si el gobierno le paga unos cien dólares el mono.

Ofendido el Jefe respondió, ‘no hay mono que valga cien pesos, ni gobierno que lo resista’. Sospecho que el Jefe no leyó nunca las instrucciones. Si un mono vale cien dólares, mil monos valen cien mil dólares, cien mil monos vales un millón de dólares, y un millón de monos valen mil millones de dólares.

¿Cuántos monos habitan la Isla, con o sin papeles? Nadie sabe.

Los millones que quieren gastar es para ver cuantos monos hay y donde. Los agricultores del vecindario saben donde, y están dispuestos a negociar ‘el cuanto’. Falta que se diga, que vamos hacer con todos esos monos que se capturen.

¿Deportarlos?

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