Primero, aplausos para los que van a trasnochar en el sereno del mar frente al capitolio.
¡Que Viva la… ¿Unicameral?
Lo próximo es: ¿a quien le interesa la ‘unicameralidad’? La respuesta es: ¡todos los que pagan sus contribuciones!
Lo tercero es: ¿a quien no le interesa la ‘unicameralidad’? (Si el Nuevo Día no te puede contestar, me atrevo yo.) A los senadores, representantes, ayudantes, consultores, chóferes, oficinistas, a los vendedores de papel, tinta, materiales de oficina, muebles de oficina, empleados de mantenimiento, y la unión que los agrupa a todos.
A ninguno le interesa la ‘unicameralidad’.
Si yo fuese jugador, apostaría a los no versus el si. Aunque el si pase el milenio acampando en el capitolio. Para él que entiende, pocas palabras. ¿A quien vas a dejar cuidando las ovejas? ¿Al pastor o al lobo feroz? ¿A quien le vas a pedir que elimine su empleo, y beneficios marginales, para que el elector se sienta bien?
Es aritmética. Si el 30% de los electores en la Isla están desempleados, que les importa el bienestar del país. Y si el otro 30%, clase alta, alta, tampoco le interesa el cambio, ¿Cómo vamos a esperar que los legisladores, que representan los intereses de los de arriba y los de abajo, eliminen la plaza de la que viven, y aun mas renuncien a la posición que le da prestigio e importancia social?
A nadie, a ningún legislador, le importa la ‘unicameralidad’, ni a la ciudadanía que alegan representar. ¡Todas las propuestas para la ‘unicameralidad’ incluyen un sinnúmero de legisladores por acumulación! ¿Acumulación de que? ¿De ser él que más lame ojos y brillan zapatos en el partido? No te dejes engañar. Mientras exista un ‘legislador por acumulación’, te están engañando. En ninguna parte del planeta existe una legislatura que tenga representantes por acumulación. Y a nosotros, ¿para qué nos hace falta?
Esto ya no tiene remedio. Hay que tachar, borrón y cuenta nueva, e inventarse todo este gobierno completo, de arriba abajo. Vamos a olvidarnos del ELA, la estadidad, y la republica de Rubén. Vamos a pensar en lo que le conviene a Puerto Rico, al boricua, al que trabaja.
Dame un trago que me pongo nervioso.
¡Que Viva la… ¿Unicameral?
Lo próximo es: ¿a quien le interesa la ‘unicameralidad’? La respuesta es: ¡todos los que pagan sus contribuciones!
Lo tercero es: ¿a quien no le interesa la ‘unicameralidad’? (Si el Nuevo Día no te puede contestar, me atrevo yo.) A los senadores, representantes, ayudantes, consultores, chóferes, oficinistas, a los vendedores de papel, tinta, materiales de oficina, muebles de oficina, empleados de mantenimiento, y la unión que los agrupa a todos.
A ninguno le interesa la ‘unicameralidad’.
Si yo fuese jugador, apostaría a los no versus el si. Aunque el si pase el milenio acampando en el capitolio. Para él que entiende, pocas palabras. ¿A quien vas a dejar cuidando las ovejas? ¿Al pastor o al lobo feroz? ¿A quien le vas a pedir que elimine su empleo, y beneficios marginales, para que el elector se sienta bien?
Es aritmética. Si el 30% de los electores en la Isla están desempleados, que les importa el bienestar del país. Y si el otro 30%, clase alta, alta, tampoco le interesa el cambio, ¿Cómo vamos a esperar que los legisladores, que representan los intereses de los de arriba y los de abajo, eliminen la plaza de la que viven, y aun mas renuncien a la posición que le da prestigio e importancia social?
A nadie, a ningún legislador, le importa la ‘unicameralidad’, ni a la ciudadanía que alegan representar. ¡Todas las propuestas para la ‘unicameralidad’ incluyen un sinnúmero de legisladores por acumulación! ¿Acumulación de que? ¿De ser él que más lame ojos y brillan zapatos en el partido? No te dejes engañar. Mientras exista un ‘legislador por acumulación’, te están engañando. En ninguna parte del planeta existe una legislatura que tenga representantes por acumulación. Y a nosotros, ¿para qué nos hace falta?
Esto ya no tiene remedio. Hay que tachar, borrón y cuenta nueva, e inventarse todo este gobierno completo, de arriba abajo. Vamos a olvidarnos del ELA, la estadidad, y la republica de Rubén. Vamos a pensar en lo que le conviene a Puerto Rico, al boricua, al que trabaja.
Dame un trago que me pongo nervioso.
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