La Terapia de Pepe Orraca

Me acabo de dar cuenta que la época de oro de Puerto Rico ya pasó. Los mejores tiempos de nuestra historia ya los vivimos. La época en que existía un optimismo amplio sobre el inevitable éxito de nuestra civilización. Entre los países vecinos, Puerto Rico estaba primero, estaba a’lante. Era la ’epoca cuando trabajar en el gobierno era trabajar para Puerto Rico y el mejor talento levantaba la mano como voluntario para compartir el prestigio de servirle a Puerto Rico. La época cuando frases como ‘Manos a la Obra’, ‘Ayuda Mutua y Esfuerzo Propio’, no eran titulares de campañas publicitarias sino síntesis de la revitalización económica de nuestra Isla. Y todos esos haberes se han malgastado detrás de un afán personalista, egoísta, consumista. Donde hemos cambiado chinas por botellas. Hemos cambiado la seriedad por la listería, el honor por la ventaja inmediata, y la verdad por la conveniencia. Donde las cadenas de oro sustituyen la educación. Donde la cultura es una oficina de gobierno y