Conversando, sentado en las palmitas disfrutando la brisa del mar, Tomás me dice, “Tu sabes como se arregla la administración pública en este país. Con esto de las computadoras, lo que tienes que hacer es poner en el lobby de cada agencia una pantalla, con teclado, con la contabilidad de la agencia en la pantalla. Así tu ves en que están gastando los chavos, y al día como la cuenta de banco. Si tienes duda, le pides a la computadora el ‘backup’, la factura, el contrato, lo que sea que justifique el gasto.” Insistía, “Te imaginas que tu puedas mirar así, ‘¿Oye?, ¿y porque le están dando tantos chavos a este individuo? ¿Donde está el contrato?, ¿enséñame la factura?’ Me decía, mirándome a los ojos, “¿Te imaginas?”
Después de ver las reformas y las reformaciones, los papeles y papeleo para cualquier tontería (mi papa de 92 años tuvo que presentar certificación negativa de ASUME para solicitar la tarjeta de la comida, digo familia, digo, bueno; estoy jugando), hasta pararse uno en fila para informarle al gobierno que uno se las busca por ahí por que no tiene empleo, ¿pa’ ver si tienes que cobrar y reportar ‘taxes’? Recordé a mi amigo Tomás.
Lo que él me explicó esa tarde es bien simple de implementar. Una computadora de quinientos pesos en el lobby, con su pedestal para que se vea bien, y cada cual, cuando quiera, busca entre los archivos de contabilidad, pa’ entretenerse, si no tienes nada que hacer. A ver en que se gasta nuestro dinero.
Tomás es un genio.
Después de ver las reformas y las reformaciones, los papeles y papeleo para cualquier tontería (mi papa de 92 años tuvo que presentar certificación negativa de ASUME para solicitar la tarjeta de la comida, digo familia, digo, bueno; estoy jugando), hasta pararse uno en fila para informarle al gobierno que uno se las busca por ahí por que no tiene empleo, ¿pa’ ver si tienes que cobrar y reportar ‘taxes’? Recordé a mi amigo Tomás.
Lo que él me explicó esa tarde es bien simple de implementar. Una computadora de quinientos pesos en el lobby, con su pedestal para que se vea bien, y cada cual, cuando quiera, busca entre los archivos de contabilidad, pa’ entretenerse, si no tienes nada que hacer. A ver en que se gasta nuestro dinero.
Tomás es un genio.
Comments