La Terapia de Pepe Orraca

             Como siempre se le recrimina al consumidor, nosotros, por la situación del huevo en la Isla. Alegan que es una cuestión de precio. Quieren hacernos creer que la producción de un mayor volumen de huevos, por ser de americanos y por tanto mejor administrados, son más económicos. ¡Falso! Sí, son más baratos los huevos importados, pero es porque nos revenden los huevos cuyo destino son las reposterías para mezclar con harina.             Los huevos Grado A que conservan para el consumo en EEUU cuestan - en un Whole Foods por ejemplo - igual que cuestan los huevos de aquí. Frescos de hace un par de días. Son esos huevos de segunda, refrigerados por semanas para abaratar costos de cabotaje, los que nos venden como ¿más barato? ¿O realmente lo que nos venden no vale lo cobran y por eso pueden hacer parecer que venden huevos ‘más baratos’?             La razón de esta tragedia agrícola son las artimañas de mercadeo de los importadores y la falta de cumplimiento de las inst

            Hoy, leyendo un artículo que describe la ‘situación’ ‘actual’ en Venezuela, me puse a pensar ¿por qué la gente no critica, ni acepta críticas, sobre sus correligionarios? “¡El mío no se equivoca!” Lo mismo se ve en la campaña de Trump. Sus idólatras no ven el fascismo que pregona y justifican sus barbaridades culpando los medios.             Chiquitota está tan convencida de sus mentiras olímpicas que no le importan los hechos históricos verificados. Opositores aluden a una ‘soberanía territorial’ que no existe, ni puede existir, dentro del marco federalista. Con su interminable eco quieren hacer la mentira parecer verdad.             La palabra ‘lealtad’ es la que se esgrime para exigir que se tape el cielo con la mano. La ‘lealtad’ que requieren los políticos es prácticamente religiosa. Esa lealtad al líder o el partido no se traduce a la bienandanza del país. Lo que hace es perpetuar o delegarle poder político a ese líder. Le garantiza el ‘guiso’ al político. Nada