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Showing posts from January, 2008

No Hay Bien Que Por Mal No Venga

En los tiempos de antes, durante la llamada edad media, la iglesia vendía indulgencias a los nobles, y burgueses pudientes. Es como vender el perdón de Dios, o la Gracia Divina. Fue una de las cosas que puso furioso a Martín Lutero. Ahora en los tiempos modernos vemos a nuestra legislatura escribiendo leyes a última hora tratando de complacer a diversos grupos, como las uniones de agencia gubernamentales, y religiosos de diversas sectas. Para mi entender eso es casi como vender indulgencias pero cobrando con votos. Ya que la legislatura está creando leyes al wipipio, sin son ni ton, deberían de una vez vender la legislación, sin tapujos morales, ni éticos. Mira, se pone una mesita en la entrada del Capitolio por el lado sur, por donde más gente entra. SE VENDEN LEYES, AL DETAL Y AL POR MAYOR. LEYES CIVILES TIENEN UN 20% DE DESCUENTO ESTA SEMANA. LEYES CRIMINALES LLEVAN UN COSTO ADICIONAL DE 40%. CAMBIOS A LA CONSTITUCION REQUIEREN ADEMAS DEL PAGO, SENDOS DONATIVOS A LOS PARTIDOS. Así,

¡Que Viva la Depresión!

La realidad es un reflejo de la misma población del lugar que escojamos. En otras palabras la realidad social y económica la creamos, todos juntos. No sucede una realidad ajena a nuestra voluntad. Es por voluntad propia que la creamos. Puerto Rico es vivo ejemplo de lo que digo. Ahora mismo los estudios sociales-sicológicos comprueban que en la Isla existe una enorme población con problemas emocionales. De esa población que incluye sicópatas, sociopatas, maniacos y bipolares, hay un por ciento de depresivos. Como un 20%, más o menos. Pues eso mismo sucede con la economía. La población con problemas sicológicos representa la recesión que viven los pueblos de la Isla. Y las regiones que viven ya los estragos emocionales de la recesión, ya están viviendo en franca depresión. Como un 20%. Igual que los políticos, que forjan nuestros destinos, no han hecho nada por mejorar la salud mental de la Isla, tampoco hacen nada para mejorar nuestra salud económica. Yo creo que ellos no conocen el re

¡¡Que qué!!

Lo cierto es que nuestros astutos líderes viven en otro lugar que no es Puerto Rico. ¿Hasta cuando este manojo de politiqueros va a seguir malgastando los pocos recursos económicos que tiene nuestra Isla? La cosa está tan mala y tan mala, que le dan ganas a uno a meterse en la política, buscarse una plaza de senador, o mejor aún de asesor a uno o varios senadores, y recostarse a engordar. (A engordar, sí, porque yo no he visto a ninguno, o ninguna, ponerse flaco, o flaca, en la legislatura.) ¿Setenta y cinco millones de dólares para elegir un gobierno? Ese chorro de manganzones cuyo quehacer diario es un desprestigio para todos los puertorriqueños. Y esos setenta y cinco millones no incluyen imprevistos, ni gastos administrativos, ¡ni el costo de las primarias! Que son once millones adicionales, que se van a gastar para averiguar quien manda más en el partido. ¡Vergüenza debería darles! Retomemos la aritmética. 75 + 11 = 86. Divide 86 por los electores y sale a $86.00 por voto. O sea,

De 300 ¡60!

Sentado esperando el ‘troly’ que lleva al Morro escuché una conversación donde el parlante mencionaba los ‘300’. Al oír el número pensé que tuviera que ver con la película, (o mejor aún con la columna que yo había escrito) y le presté atención. Digo que el parlante sabía de lo que hablaba. Era, o es, porque no se ha muerto, que yo sepa, un profundo conocedor del tema. Se lo juro. Yo lo vi. Los 300 a que se refería son las guaguas que tiene la AMA, el inventario completo digamos. Y la referencia a los 60, son el total de guaguas que están prestando servicio. Las otras 240 están dañadas esperando piezas. ¡240! Y yo esperando por una B-21 una hora y media; y fácil 45 minutos por una A-5. No ‘embalde’. Eso lo explica todo. “No hay dinero para comprar las piezas” seguía él. “Claro que el servicio es pobre y lo mas serio es” seguía, “que a nadie le importa. A ninguno de los jefes. Ni saben ni les importa.” Él siguió dando detalles pero la llegada del troly me obligó a abandonarlo. Viajando p

¡Abajo los Pobres!

Aprobaron la reglamentación para el Incentivo a Compradores de Casa, lo que, en antes, describí como un donativo gubernamental a los bancos y desarrolladores. Ahora te vas a dar cuenta porque. Si quieres una casa nueva, tienes que escoger de las que están en el registro de Daco. Si la casa es usada, entonces tienes ir a Daco a ver si cualifica. Exacto. La que aprueba Daco. No la casa que más te gustó. Luego que encuentres la casa que cualifica para el ‘crédito’, entonces vas al banco y solicitas el préstamo. Si lo aprueban, entonces, el banco, no tú , solicita el ‘crédito’, y el gobierno le da el dinero al banco, y el banco aplica el ‘crédito’ al total de la hipoteca. En otras palabras prepagando parte de la hipoteca. Nunca ves el dinero tú. ¿A quien están ayudando? A mi no. Porque si no tienes trabajo, el banco no te presta ni pa’ un pirulí, y en esta Isla donde casi la mitad de la gente no tiene trabajo. ¡Imagínate!

Los Premios Insularistas

Este nuevo reconocimiento, que he decidido otorgar, pertenece a ese destacado grupo de ciudadanos, puertorriqueños y otros, que han sobresalido durante este pasado año por su cándida participación en el quehacer político, cultural, y económico de nuestra Isla y el Mundo. El Premio Insularista: Al gobernador que se compra la ropa en Clubman. Al legislativo que aprobó una ley de impuestos compuestos que nadie leyó antes. Al senador que exige que el Tribunal Supremo se divida en partes iguales entre los partidos políticos. A todos los gobernadores que han alegado que las investigaciones criminales de la fiscalía federal son persecuciones partidistas. Al comandante de la policía responsable del arresto de Tito Kayak. Al licenciado que recomendó promover las peleas de gallo como atractivo turístico ya que están prohibidas en los Estados Unidos. Al Presidente que mandaron a callar. Al Rey que mandó a callar al Presidente. ¡Enhorabuena a todos estos ganadores! Durante este próximo año estarem

¡Y Volvemos a Empezar!

En un momento de la historia de la humanidad, alguien se dio cuenta que los días se acortaban, poco a poco, diariamente, hasta que de un día para otro empezaban a alargase. El próximo paso para esa inteligencia humana fue contar los días, de forma que para el día 182 empezaba el ciclo otra vez. Todo cambiaba, pero todo seguía igual. A la vez. Eso mismo sucede en la Isla. En nuestro caso a los 1,461 días. Pero en vez de ser fecha de renovación es fecha de repetición. Las mismas caras viejas se ponen para los mismos caducos puestos con la misma cantaleta: ‘nosotros los buenos; aquellos los malos’. No se inventan nada que no venga por vía de fondos federales, y siempre alegan que la solución de todos los problemas que nos aquejan, hasta el de la obesidad, está en el estatus. Un año nuevo, otro año de elecciones, y yo sigo con la nevera vacía, el agua sin presión, y con el IVU tributando hasta los huevos. ¡Felicidades!