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¡Déjame Arreglarlo!

Recibí innumerables críticas a mi plan de subastar las plazas electivas. La más severa fue lo de la subasta con pliego cerrado. Insisten mis críticos que se presta pa’al chanchullo. ¿Quién abre los sobres? ¿Cuándo se publican los resultados? ¿El mismo día? ¿O semanas después, como sucede ahora?

Así pues, me echo para atrás con mi propuesta, y respondiendo a la mayoría de mis críticos, vamos hacer la subasta pública, con podio y mallete. Así todo el mundo sabe quien está dando más y con el último malletazo ya sabemos quien se ganó la plaza.

(La verdad es que me encanta la idea, con el hombre hablando rapidito, ‘¿quien da más?’, ‘¿quien da más?’ ‘¡Vendido al político de pelo blanco!’)

Eso si, hubo unanimidad en que la subasta es mejor negocio para Puerto Rico que las elecciones.

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