Los proponentes de la estadidad para Puerto Rico claman a
viva voz que la estadidad está a cuestión de otro plebiscito. Esta vez el quinto.
Pero el discurso no advierte que la estadidad federada no se gana por votación
popular. Para el congreso federal esos votos solo representan el interés que podamos
tener en anexarnos. Es el equivalente a enviarle una caja de chocolates con la
nota que lee: ¡Tú me gustas mucho! Un interés que ellos pueden o no reciprocar.
Es importante dejar claro que esta propuesta de ganar la estadidad
por votos, se fundamenta en un engaño que pretende distraer del mal gobierno.
La inclusión de Puerto Rico cómo estado no depende de nosotros. Depende
totalmente de ellos. Por eso es que nunca
vamos a ser aceptados como estado. Las razones son tan sencillas como lo son de
fundamentales.
Primera Razón
Históricamente el proceso de conversión de territorios en
estados de la unión, comienza con la usurpación territorial y la invasión
sistemática de pobladores americanos. Tal como está haciendo Israel en los
territorios palestinos. Una vez la población inmigrante adquiere un población
numéricamente significante se van apoderando de las estructuras de poder y
crean gobiernos propios, obviando la existencia y las necesidades de los
nativos originales. Cuando esa población alcanza una mayoría absoluta sobre los
nativos, algo que logran con la continua invitación de nuevos pobladores,
comienza el proceso de censos y cabildeo con la legislatura federal. Una
conversación entre americanos. Gente que ya se entiende. Y a la larga, cuando ya
tienen algo que aportar a la unión, se aceptan como los hermanos que son. Para resumir,
ningún hawaiano, ni esquimal, idearon buscar la estadidad para sus naciones.
La historia de nuestra Isla es distinta. Los americanos
vienen a la Isla, están una temporada, por la razón que sea, empleo, estudios,
matrimonio y al tiempo regresan a su patria. Mientras están aquí se quedan
entre ellos mismos, sin aventurarse mucho a compartir con los nativos. Los
pocos que sí se quedan, se criollizan y se buscan un nicho que les permita
integrarse a la sociedad criolla. No tratan de presumir, ni buscan adquirir
posiciones en las estructuras de poder y tampoco hacerse visibles en la
política. Sin embargo los americanos que ocuparon Hawái enseguida destronaron a
la legítima Reina de esas islas, prohibieron la religión autóctona, el uso del
lenguaje nativo e implantaron su propio gobierno.
Los americanos adquirieron a Puerto Rico, no porque
necesitaran expandir su territorio - como
en el caso de Hawái llegar hasta la mitad del océano pacífico - sino que
querían evitar que algún otro país europeo tuviera un ‘pied à terre’ en su América. Les interesaba la Isla por
su ubicación geográfica estratégica. No para integrarlo a la unión. Sólo utilizarla.
Al gobierno de EEUU no le interesó atestar la Isla con inmigrantes americanos,
ni le interesó hacerse parte de la política local. Se interesó en la construcción
de bases militares y la infraestructura - energía eléctrica, carreteras, etc. -
necesaria para sostener el aparato militar que iban destinando a la Isla. Hay
quienes argumentan que el otorgarnos la ciudadanía de ese país comprueba la intención
de que fuéramos parte de esa nación. La realidad es que fue otro agregado
militar más. Si todos somos ciudadanos americanos cualquier gestión
revolucionaría se podría considerar como traición a la patria con el
ajusticiamiento correspondiente. Fue una forma adicional de amarrar su
propiedad con collar y cadena para evitar que se les escapara.
Luego de cien años de cabildear por la estadidad federada
debemos darnos cuenta que de parte de ellos no hay interés alguno. Toda gestión ‘a favor’ de nosotros siempre han
sido mecanismos políticos - tal como redefinir lo que es una colonia - para
justificar su continua posesión de Puerto Rico. La traducción al inglés del
contradictorio Estado Libre Asociado revela el asunto. Según ‘Google Translate’,
Estado Libre Asociado en inglés es Commonwealth, no un Free
Associated State. En otro diccionario Commonwealth
solo significa una entidad o grupo político; excepto cuando se refiere a Puerto
Rico, entonces la traducción es Estado
Libre Asociado. Un acto de malabarismo lingüístico/político, que podrá ser un
reconocimiento a nuestra existencia política, pero muestra cero empeño
en sumarnos a la unión. Ni siquiera como un territorio
incorporado, estatus precursor a ser estado.
Durante la semana explico las otras razones de
fundamento.
Comments