“Justicia para el consumidor” lee el titular del periódico. Ávido por encontrar justicia me puse a leer el reportaje. Unos investigadores periodísticos descubrieron lo que todos sabemos hace tiempo. Que la Autoridad de Energía Eléctrica lleva años cobrándonos demás. Desde el 2006 se está incluyendo el pago de un arbitrio sobre el combustible utilizado para generar la electricidad a pesar de que en 1941 se dejó claro que ese combustible no paga arbitrios. Claro, ellos encontraron evidencia inequívoca. Nosotros, todos los demás, simplemente tenemos la insólita factura. (El rumor es que se querellan 3,786 consumidores a la semana.)
Pero eso no es el asunto. El asunto es que habiéndose probado los hechos se nos va a compensar. Creo que es razonable describir como bizantino el procedimiento para recompensar al consumidor. ¡Aquí va eso!
Pues ahora, la dirección ejecutiva de la AEE le va a exigir a los suplidores del combustible un crédito por ese arbitrio. Una vez la AEE se querelle, los suplidores hacen su contabilidad para luego radicar una planilla revisada al Departamento de Hacienda y requerirle en crédito el dinero que pagaron demás. Una vez Hacienda determine, luego de su propia investigación, cuanto fue el arbitrio que estuvo demás, Hacienda le otorga el crédito al suplidor. Este suplidor a su vez le pasa entonces ese crédito a la AEE. Y una vez completado todo este procedimiento le toca al consumidor recibir su crédito.
No sé porque, pero me sospecho que ese crédito va a llegar como en octubre del 2012. Y alegarán los políticos en campaña: “¡Promesa cumplida!”
Pero eso no es el asunto. El asunto es que habiéndose probado los hechos se nos va a compensar. Creo que es razonable describir como bizantino el procedimiento para recompensar al consumidor. ¡Aquí va eso!
Pues ahora, la dirección ejecutiva de la AEE le va a exigir a los suplidores del combustible un crédito por ese arbitrio. Una vez la AEE se querelle, los suplidores hacen su contabilidad para luego radicar una planilla revisada al Departamento de Hacienda y requerirle en crédito el dinero que pagaron demás. Una vez Hacienda determine, luego de su propia investigación, cuanto fue el arbitrio que estuvo demás, Hacienda le otorga el crédito al suplidor. Este suplidor a su vez le pasa entonces ese crédito a la AEE. Y una vez completado todo este procedimiento le toca al consumidor recibir su crédito.
No sé porque, pero me sospecho que ese crédito va a llegar como en octubre del 2012. Y alegarán los políticos en campaña: “¡Promesa cumplida!”
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