¡Sí! Me inventé la palabra porque no encontré otra que describa el síndrome que veo que nos apesadumbra diariamente. ¡Y eso que busqué en todo el Internet! Culpismo.
Por varias décadas de nuestra historia reciente el gobierno de la Isla no podía echarle la culpa a nadie de los males que acaecíamos. Pero durante las últimas dos décadas he visto que todo lo malo que sucede es culpa de otro. Nadie es responsable de nada, todo es por culpa de otro, casi siempre del gobierno anterior. Claro, siempre y cuando el gobierno anterior sea del partido contrario. Se ha llegado a tal punto que hasta la gente común y corriente reparte las culpas como si fueran indulgencias en la edad media. Por ejemplo, ahora mismo las cosas se caen al piso, nadie la tumba. “¿Y eso?” “No sé, se cayó.”
Este culpismo se ha hecho tan infeccioso que sin darse cuenta al echarle la culpa a otro, se están echando la culpa ellos mismo. ¿No me creen? Pues fíjate, el fondo para el retiro de los empleados del gobierno de Puerto Rico está quebrao. ¿Por qué? Por culpa del gobierno (anterior, claro) que aprobó unas leyes especiales sin calcular lo que iban a costar. Pausemos. ¿Las leyes las aprueba la legislatura? ¿Verdad? ¿Y quienes dominaban la legislatura de entonces? ¡Bingo! ¡Los mismos que ahora! Entonces, ¿de quién es la culpa?
De otro, de cualquier otro, no importa quién.
Por varias décadas de nuestra historia reciente el gobierno de la Isla no podía echarle la culpa a nadie de los males que acaecíamos. Pero durante las últimas dos décadas he visto que todo lo malo que sucede es culpa de otro. Nadie es responsable de nada, todo es por culpa de otro, casi siempre del gobierno anterior. Claro, siempre y cuando el gobierno anterior sea del partido contrario. Se ha llegado a tal punto que hasta la gente común y corriente reparte las culpas como si fueran indulgencias en la edad media. Por ejemplo, ahora mismo las cosas se caen al piso, nadie la tumba. “¿Y eso?” “No sé, se cayó.”
Este culpismo se ha hecho tan infeccioso que sin darse cuenta al echarle la culpa a otro, se están echando la culpa ellos mismo. ¿No me creen? Pues fíjate, el fondo para el retiro de los empleados del gobierno de Puerto Rico está quebrao. ¿Por qué? Por culpa del gobierno (anterior, claro) que aprobó unas leyes especiales sin calcular lo que iban a costar. Pausemos. ¿Las leyes las aprueba la legislatura? ¿Verdad? ¿Y quienes dominaban la legislatura de entonces? ¡Bingo! ¡Los mismos que ahora! Entonces, ¿de quién es la culpa?
De otro, de cualquier otro, no importa quién.
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