La historia es verídica. Una turista en Atenas detuvo un taxi frente a su hotel y le pidió que la llevara, a ella y a su amiga, a la Acrópolis. Su intención fue adelantarse al grupo con quien viajaba y poder ver las ruinas a su propio ritmo. Luego de varias vueltas por la ciudad llegó a su destino. Feliz. Pagó el taxi y le pidió regresar en tanto tiempo para llevarlas de vuelta al hotel. Santo y bueno. Un par de días después ella se unió a su grupo para visitar las ruinas. Orgullosa de saber más que los demás gracias a su visita adelantada. Se reunieron frente al hotel, caminaron alrededor de la cuadra y ¡poof! allí estaba la Acrópolis. A solo unos metros del hotel donde se hospedaba. Aquél taxista la había paseado por toda Atenas. Es como una ley, el que un taxista, si descubre que uno desconoce la localidad, se aprovecha y pone a correr el metro. A veces hasta darle la vuelta a la misma cuadra varias veces con tal de aumentar el costo del pasaje. Y claro, uno sin remedio, ni concienc...
Puerto Rico es una isla en algun lugar del mar caribe cuyos habitantes insisten es un país.