Lo juro. Los que leen esta Terapia saben que soy el acérrimo opositor del gigantismo en el gobierno. Qué le llevo la contabilidad y sé que ya hay siete Procuradurías y 138 agencias. Qué añadir otro instrumento gubernamental es como clavarnos un pie al piso. Pero… Hace falta un Zar del Buen Gusto. Alguien como un Hernández Cruz, o Myrna Báez; el mismo Nick Quijano puede ser ese Zar. Es alguien con una visión estética que va mas allá de la permisología para la construcción y la planificación dirigida. Es alguien que pueda mirar el proyecto propuesto y visualizar lo que representa esa construcción en el contexto de lo que lo rodea: físico, social, y ambiental. Hasta un poco de conciencia sobre el turismo, debe tener ese Zar. ¿Por qué digo esto? Porque han construido, a la entrada de la Isla de San Juan Bautista, frente al Tribunal Supremo de Puerto Rico, un cajón de cemento, inmenso, con docenas de pisos, que obstruye la vista convirtiendo la mera entrada a la Capital en un callejón oscur...
Puerto Rico es una isla en algun lugar del mar caribe cuyos habitantes insisten es un país.