Para los que mejor prefieren de la protesta por escrito
que la de ‘bajo el sol y lluvia’ hoy fue un día esplendido. La claridad de la intención del llamado a
protestar: no darle dinero al gobierno, me convirtió instantáneamente en un
activista de sillón. Pude ser parte relevante a la protesta del día de hoy sin
hacer absolutamente nada. Ni un centavo para el IVU. ¡Es genial!
Primero, a nadie le gusta pagar IVU. Ni el más feroz
defensor de un estatus político y/o religioso se atreve a contradecir la
protesta. ¿Qué van a decir? “Vayan a las tiendas, gasten su dinero, que el
gobierno necesita esa ayudita. ¡Más IVU para todos!”
Cuando la protesta nacional significa ahorrar, comer en
familia, compartir en el hogar, nadie, pero que nadie puede alegar que la
protesta es dañina, ni políticamente (partidista) motivado. La simpleza del
llamado a no gastar desarma a cualquiera, por más buscón que sea y revela dónde
están sus verdaderos intereses. Estoy motivado a celebrar UN DÍA SIN GASTAR al
menos una vez al mes.
¿Cuantos días habrá que celebrar hasta que el gobierno se
quede sin dinero?
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