Confieso que no he podido escribir con la frecuencia y el entusiasmo que me precede, pero es que estoy envuelto en la realidad cotidiana. Me explico. Son las navidades, me estoy haciendo un trabajo dental que no cubre el plan, mi hija llega con el esposo a pasar la navidad en casa, y hace dos meses, ¿no?, ¡más! Desde que cerró el gobierno. ¡Ea rayos! Chacho, como seis meses ya, que no veo un vellón que no me quite el impuesto (a veces compuesto).
¿Con que entusiasmo puede alguien escribir algo que sea gracioso si te duelen las muelas que ya no tienes? ¿Saben lo que es raspar y pintar un cuarto pa’ no gastar en un pintor? ¿Imagínate?
¡Perdón, perdón!
Se me olvidaba el nene, que quiere un PiEsPi y un EsPi, con dos ‘memory stick’ de un giga, y dos juegos que no pienso promover porque el mas barato pasa de cincuenta pesos. Y eso no se lo deseo a ningún padre.
¡Ay Dios mío!
Por correo electrónico recibí un pronóstico económico para el 2007: el Año del Consumismo. Sospecho que va a ser verdad.
¿Con que entusiasmo puede alguien escribir algo que sea gracioso si te duelen las muelas que ya no tienes? ¿Saben lo que es raspar y pintar un cuarto pa’ no gastar en un pintor? ¿Imagínate?
¡Perdón, perdón!
Se me olvidaba el nene, que quiere un PiEsPi y un EsPi, con dos ‘memory stick’ de un giga, y dos juegos que no pienso promover porque el mas barato pasa de cincuenta pesos. Y eso no se lo deseo a ningún padre.
¡Ay Dios mío!
Por correo electrónico recibí un pronóstico económico para el 2007: el Año del Consumismo. Sospecho que va a ser verdad.
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The global warming hysteria is all about more government controls and generating taxes. For that reason your obsevations about the effect of the issue on Puerto Rico's largely incompetent, and pathetically corrupt political class is timely and important