Nuestra isla tiene un cáncer que hizo metástasis. Ese
cáncer son los partidos políticos tradicionales. La deuda
súper-últra-multi-millonaria la incurrieron ellos para beneficiarse ellos, no para
beneficiar al ciudadano. La corrupción moral e intelectual es ya parte de su
naturaleza. ¡No hay forma que ellos arreglen el problema económico! ¡Son causa
y parte del problema! Y lo más serio es que no hay forma legal-electoral para
sacarlos y poner gente nueva.
La constitución que ellos escribieron, más la docena de
leyes que los protegen mientras ejercen sus funciones, los hace inmunes a la
realidad y la voluntad del pueblo. Los partidos tradicionales y los políticos
que le dan vida, están atornillados al gobierno. Las elecciones solo cambia de
puestos a unos pocos. La mayoría sigue en sus tronos. Los nombres se repiten
por décadas, en algunos casos por generaciones. Los más listos se han
enriquecido con la deuda y los más ‘honestos’ han vivido del cuento del estatus
político, sin tener que trabajar. Y ahora, a los ‘vividores’ se les ha sumado
el ‘vampiro’: La Junta de Control Fiscal (PROMESA).
Esa Junta no se nombró para gobernar la isla, vino a
buscar dinero. Punto. Y está en franca competencia con la casta política
borinqueña por el poquito dinero que queda. El dilema no es ¿cómo beneficiar la
isla? Sino quien se queda con el dinero. ¿Los buitres o los vividores? Como
siempre, el ciudadano queda fuera de la ecuación. Excepto que es al ciudadano a
quién le toca poner el dinero que ansían los buscones. ¿Y qué pasaría si el
gobierno se queda sin dinero?
El juez federal, Torruellas, dio en el clavo cuando
promulgó un boicot económico al gobierno de Puerto Rico. La idea de no seguirle
regalando dinero al gobierno, (digo regalando porque ninguno de ellos se lo ha
ganado) mata los dos pájaros ponzoñosos con el mismo tiro. La idea del Juez es
tan simple, tan fácil, que podría ganar un premio Pulitzer.
Sabemos que el gobierno subsiste de los impuestos que
pagamos. (El gobierno no genera capital. Solo lo gasta.) En este momento los
ingresos apenas cubren los gastos operacionales del gobierno. Si esos ingresos en
deterioro se reducen digamos en un 40% menos de lo que necesita el gobierno para
cuadrar el mes, los políticos van a tener que escoger entre cobrar ellos su
sueldo o pagar los salarios de los empleados públicos e irse ellos a buscar
empleo. Igual, cuando la Junta raspe el fondo de la olla para pagarle a los
fondos buitres y no encuentre grano van a tener - todos - que buscárselas a otra
parte.
Los impuestos que proveen el flujo de caja al gobierno (el
cash) son el IVU/IVA, la ley obliga al comerciante a cobrarlo, pero no obliga a
nadie a pagarlo y el descuento de nómina, que no es una obligación legal y el
empleado puede eximir al patrono de hacer ese descuento y/o descontar el mínimo.
La lotería electrónica es otro impuesto vestido de encubierto. La lista no es
muy larga pero si nadie paga o paga lo menos legalmente posible, el gobierno
que conocemos no sobrevive seis meses. ¿Qué
puede pasar? ¡Nada!
Ni los federales nos van a invadir, ni nos van a quitar
las casas. Lo que va a suceder es que nos vamos a liberar de los políticos
parásitos y de la Junta Chupa-cabra. Y la gente seria tendrá la oportunidad de reconstruir nuestra nación para beneficiar al puertorriqueño. No para el
beneficio de la corporación foránea, ni del gobierno dueño de nuestra tierra.
Si no me creen, pregúntenle al Juez.
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