Skip to main content

Observaciones


Es posible que él que más manda tenga razón en que las cosas en la Isla están mejorando y que la gente que siente y padece están equivocados, motivados por la política. Hace un tiempo comenté que habían reaparecido las loncheras. Los empleados que por años habían sostenido toda una industria de camiones que despachaban almuerzos por $5 comenzaron a llevar loncheras con su almuerzo al trabajo. Para mi ese fue símbolo del problema económico que empezamos a sufrir. Los camiones esos han diezmado y la gente se resuelve sola.

Lo que he notado recientemente es el advenimiento del limpiabotas. Oficio que por décadas le proveía trabajo al menos afortunado y a los muchachitos que se buscaban sus pesetas brillando zapatos. Poco a poco fueron desapareciendo. Desde aquellos lugares espléndidos con múltiples butacas y más de un limpiabotas, hasta los que ofrecían sus servicios desde un banquito en la acera con silla plegadiza para el cliente. Como especie en peligro de extinción, desaparecieron del área metropolitana.

Y poco a poco igual que desaparecieron están reapareciendo. Es la versión humilde del oficio, la de banquillos y sillas plegadizas, pero hay muchos más que los que había hacen tres años. Esto me pone a pensar que el espíritu empresarial que lleva promoviendo el gobierno durante estos tres años, es verdad que está funcionando. Se me ocurre que quizás deba unirme a ese espíritu empresarial y tomar un préstamo de micro-empresa del Banco de Desarrollo Económico para abrir uno de aquellos emporios de múltiples butacas, lujosas y cómodas, con varios limpiabotas en un amplio salón de espejos y pisos de mármol. Para darle caché podemos vender café a $4 la taza, servido en la misma butaca. Podemos designar a los limpiabotas con un nuevo y mejorado nombre. Los podríamos bautizar: Ingenieros de Mantenimiento de Calzados. Con ese título hasta universitarios y maestros van a solicitar la plaza. Lo que me falta es un nombre o marca de calidad mundial. ¿Qué les parece: Le Temple de la Luminosité?

‘El Salón del Brillo’, para los que no entiendan.

Comments

Popular posts from this blog

¿Cómo se dice: ver televisión o mirar la televisión?

            Nunca había pensado que ver la televisión fuera una experiencia, de la forma en que se habla de la experiencia de ir al cine. Hasta ahora, que me veo obligado a tomar una decisión monumental. ¿Corto el cable y boto la cajita? ¿Para acogernos a los tiempos modernos con Netflix y Amazon, VOD, DOD, Youtube, Video Streaming, etc., y economizar en gastos? O ¿sigo amarrado al cable con los 500 canales dónde nunca hay nada que ver?             Los argumentos son obvios. El cable/satélite provee un sin fin de canales y eventos, mientras el ‘streaming’ provee un sin fin de temas instantáneamente disponibles. Después de leer sobre las posibles configuraciones que incluye antenas exteriores, grabadora de video programables, internet, proveedores, y etc., tuve que aceptar que en realidad el cable/satélite se puede eliminar sin una pérdida mayor. Lo que inmediatamente me puso a pensar en esa pérd...

La Puerca de Juan Bobo

Llevo un rato viendo propiedades residenciales a la venta por un millón o más de dólares, apartamentos de cuatro habitaciones y la misma cantidad de estacionamientos. La primera reacción que me viene a la mente es: ¿cuántos millonarios hay en la Isla para pagar tanto apartamento de lujo? Claro, al ver que siguen vacios me doy cuenta que no es aquí donde están esos millonarios. Me entero, por la prensa, que la teoría de mercadeo que ha respaldado ese tipo de desarrollo es que los millonarios de otros lares van a llegar en manadas para arrebatarle esas propiedades a los desarrolladores. Y pienso yo, esos desarrolladores, ¿habrán tenido la experiencia de vivir en algún complejo de viviendas millonarias en alguna parte? ¿Sabrán por conocimiento propio lo que buscan esos millonarios? ¿O será que se lo están inventando? Algo así como “Si yo fuera rico…”. Lo que me recuerda la puerca de Juan Bobo. Desde niño cuando primero escuché a mi mamá usar la frase “parece la puerca de Juan Bobo”, pen...

La Llamarada Enciende La Pantalla

          Hace poco más de una década el programa dramático Lucy Boscana de WIPR-TV levantó la cabeza y demostró lo que son capaces los artistas y técnicos del patio. Revolución en el Infierno (2004) estableció el parámetro de calidad en la producción de televisión para la Isla. Al fin, 12 años más tarde, el canal vuelve a levantar la cabeza. Pero esta vez embiste.           La producción se titula La Llamarada , novela del afamado escritor boricua Enrique Laguerre, que todos conocimos en la escuela. Adaptada para la pantalla por Roberto Ramos-Perea, el dramaturgo puertorriqueño de mayor importancia y trascendencia internacional desde René Marqués.           La adaptación resume de una manera sencilla y fluida la complicada trama de la novela. Pero más importante aún es que al finalizar las dos horas de proyección quieres ver más. Quieres saber más de la historia...