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Dos Más Dos son Menos Cinco

Un director ejecutivo de una agencia gubernamental está denunciando a un previo director ejecutivo de la misma agencia por haberse comido $10,783.00 Bueno, no es lo que se comió sino que lo cargó a la tarjeta de crédito de la agencia. Esa denuncia ahora va a la Oficina del Contralor para análisis, de ahí a la Oficina de Ética Gubernamental para evaluación, de ahí al Fiscal Especial Independiente para una investigación independiente y el resultado de esos análisis, evaluación e investigación se envía entonces al Departamento de Justicia para otra investigación y si resulta haber causa probable, probablemente llevarían al susodicho previo director ejecutivo a juicio. ¿Para qué? ¿Para que devuelva la comida? Me imagino que debe ser el dinero que quieran que devuelva.

Ahora, si le damos un poco de pensamiento a los hechos, vemos que se tarjeteó ese dinero o almuerzos durante tres años. Calculado a 261 días laborables al año los almuerzos salen a $41.30 cada uno. Si invitó a algún ayudante como dice la denuncia, parece hasta razonable el gasto. Pero no, con el afán de la transparencia se van a gastar $100,000 en contables, investigadores, abogados y fiscales, sin contar costas de la corte para conseguir… ¿Qué? ¿Y si él previo se consigue un buen abogado y se cae el caso?

Yo creo que el actual director ejecutivo tiene razón en lo que dijo: lo que hay que hacer es cancelar las tarjetas de crédito en el gobierno y él que quiera un almuerzo de $40.00 que se lo pague y después reclame por el gasto. A ver si se lo aprueban.

¿Estaría incluida la propina?

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