Me contaron una vez, sobre una conversación entre intelectuales definiendo el significado de lo Universal. La conclusión fue ‘pajaritos, insectos, plantas…’ eso es lo universal. (Yo hubiera jurado que la idea de padre, madre, hijo, hija, nieto, sobrino, etc. fuera universal, pero… que te digo.)
Pues voy a empezar a escribir sobre temas universales, porque los temas locales se han convertido en un absurdo tan rococó que si continúo re-contando lo que publica la prensa todos los días me van a llamar embustero. Nadie va a creer que sea posible que en más tiempo del que toma pagar un carro usado, casi 125 legisladores no hayan podido escribir una ley de impuestos que no tenga errores. ¡Nadie me lo va a creer!
Tampoco me van a creer que se hipotecó el Impuesto Compuesto para garantizar un préstamo dirigido a pagar ¿otro préstamo? Ni tú me lo crees. García Márquez es un simple aprendiz comparado con el surrealismo emburujado de nuestra Isla. ¿Quién se pudo imaginar que se vendían las licencias de Médicos como si fueran licencias de guiar? ¿Qué había espionaje en la revalida de Ingeniería? El que se abandone el Patrimonio Nacional, como el Fortín de San Jerónimo, a los intereses de un desarrollador no debe sorprender a nadie. ¡Que vergüenza!
Por eso, voy a seguir escribiendo sobre pajaritos, insectos, y otras hierbas. Porque si escribo de lo que hay, me van a tildar de patrañero.
Pues voy a empezar a escribir sobre temas universales, porque los temas locales se han convertido en un absurdo tan rococó que si continúo re-contando lo que publica la prensa todos los días me van a llamar embustero. Nadie va a creer que sea posible que en más tiempo del que toma pagar un carro usado, casi 125 legisladores no hayan podido escribir una ley de impuestos que no tenga errores. ¡Nadie me lo va a creer!
Tampoco me van a creer que se hipotecó el Impuesto Compuesto para garantizar un préstamo dirigido a pagar ¿otro préstamo? Ni tú me lo crees. García Márquez es un simple aprendiz comparado con el surrealismo emburujado de nuestra Isla. ¿Quién se pudo imaginar que se vendían las licencias de Médicos como si fueran licencias de guiar? ¿Qué había espionaje en la revalida de Ingeniería? El que se abandone el Patrimonio Nacional, como el Fortín de San Jerónimo, a los intereses de un desarrollador no debe sorprender a nadie. ¡Que vergüenza!
Por eso, voy a seguir escribiendo sobre pajaritos, insectos, y otras hierbas. Porque si escribo de lo que hay, me van a tildar de patrañero.
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