Cuando confronto a mi hijo con una incongruencia, él me responde: ‘Yo no soy bruto.’ No sé que podría él pensar de lo que le acontece a nuestra Isla. Digo yo, me hago la pregunta: ¿Qué dos cosas, actividades, son las mas importantes para cualquier sociedad democrática? La educación y la seguridad. No creo que nadie en la Autoridad de Carreteras pueda refutar eso. ¿Verdad? La seguridad representa el bienestar del presente y la educación representa las esperanzas de un futuro mejor. ¿Qué hay más importante que esas dos cosas? Vivir en paz y ver los hijos alcanzar una vida mejor que la de uno gracias a la prosperidad que trae la educación. Lo demás es secundario o viene como consecuencia de lo primero.
Entonces, y esto es lo que no entiendo, ¿porque los maestros y policías están entre lo empleados peor pagados por nuestro gobierno? ¿Cómo es posible que un empleado de rango gerencial intermedio de la Autoridad de Carreteras que se pasa el día mirando, leyendo, y analizando papeles, se gane más que un policía, que se juega la vida cada vez que detiene un carro? ¿Cómo es posible que un oficinista 3 de la Oficina de Planificación, se gane más que la maestra de tercer grado de la Lincoln, que corrige tareas en la casa de noche - después que acuesta a sus propios hijos - y tiene listo para las siete de la mañana el plan de trabajo del día?
Esas son las cosas que no entiendo. O valoramos lo que vale, o ¿Qué? ¿Valoramos los que nos conviene darle valorar aparente? No porque tenga valor real, sino porque se puede recibir alguna recompensa por la mentirá. O el engaño para que no suene tan mal.
A lo que voy es simple. Si en vez de pagarle a los legisladores cien mil dólares, más o menos, en salarios; le pagamos al maestro de escuela superior cincuenta y ocho mil al año, con una maestría o doctorado en algo, en lo que sea, ingles, español, física nuclear, trabajo social, algo que justifique el sueldo, claro. Igual ejemplo, si le pagamos al policía cincuenta mil empezando, exigiendo igual una maestría, o Bachillerato en Leyes, algo así, aunque no tenga revalida.
Lograríamos tres cosas enseguida, una legislatura mucho más económica, un maestro dedicado a sus estudiantes y unos policías educados y a la vez interesados en el bienestar social de todos. Como consecuencia directa se logran varias otras cosas, como, menos deserción escolar, mas estudiantes universitarios, y mas y mejores universidades en la Isla para atender la clientela. Y se sabe que en la democracia mientras mas educación, mayor desarrollo social y económico.
Pero la preocupación de nuestro gobierno, en este momento, es como quitarnos más del poco dinero que nos ganamos ‘con el sudor de la frente’. ¿Para que? Para alimentar la continua botadura de dinero, a manos llenos, ambas manos llenas. Claro, es que ellos – nuestros astutos líderes - necesitan carros, chóferes, celulares, oficinas amplias, secretarias hermosas, y viajes frecuentes alrededor del mundo, para representarnos, los puertorriqueños, a la altura que ellos se merecen.
¿O será que se están aprovechando de nosotros? Dime tu.
Entonces, y esto es lo que no entiendo, ¿porque los maestros y policías están entre lo empleados peor pagados por nuestro gobierno? ¿Cómo es posible que un empleado de rango gerencial intermedio de la Autoridad de Carreteras que se pasa el día mirando, leyendo, y analizando papeles, se gane más que un policía, que se juega la vida cada vez que detiene un carro? ¿Cómo es posible que un oficinista 3 de la Oficina de Planificación, se gane más que la maestra de tercer grado de la Lincoln, que corrige tareas en la casa de noche - después que acuesta a sus propios hijos - y tiene listo para las siete de la mañana el plan de trabajo del día?
Esas son las cosas que no entiendo. O valoramos lo que vale, o ¿Qué? ¿Valoramos los que nos conviene darle valorar aparente? No porque tenga valor real, sino porque se puede recibir alguna recompensa por la mentirá. O el engaño para que no suene tan mal.
A lo que voy es simple. Si en vez de pagarle a los legisladores cien mil dólares, más o menos, en salarios; le pagamos al maestro de escuela superior cincuenta y ocho mil al año, con una maestría o doctorado en algo, en lo que sea, ingles, español, física nuclear, trabajo social, algo que justifique el sueldo, claro. Igual ejemplo, si le pagamos al policía cincuenta mil empezando, exigiendo igual una maestría, o Bachillerato en Leyes, algo así, aunque no tenga revalida.
Lograríamos tres cosas enseguida, una legislatura mucho más económica, un maestro dedicado a sus estudiantes y unos policías educados y a la vez interesados en el bienestar social de todos. Como consecuencia directa se logran varias otras cosas, como, menos deserción escolar, mas estudiantes universitarios, y mas y mejores universidades en la Isla para atender la clientela. Y se sabe que en la democracia mientras mas educación, mayor desarrollo social y económico.
Pero la preocupación de nuestro gobierno, en este momento, es como quitarnos más del poco dinero que nos ganamos ‘con el sudor de la frente’. ¿Para que? Para alimentar la continua botadura de dinero, a manos llenos, ambas manos llenas. Claro, es que ellos – nuestros astutos líderes - necesitan carros, chóferes, celulares, oficinas amplias, secretarias hermosas, y viajes frecuentes alrededor del mundo, para representarnos, los puertorriqueños, a la altura que ellos se merecen.
¿O será que se están aprovechando de nosotros? Dime tu.
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