Se acabó la política. Lo que no se sabía, ya se sabe. El que ganó, ganó y el que perdió, perdió. Los demás que se vayan a su casa que no hay más nada que buscar. Definitivamente a nadie le interesó que yo fuera gobernador de la Isla. Ni yo vote por mí.
Vamos a tener que retomar los temas universales, la continuada existencia de mi lagartijo albino, y la condición sagrada de la Ceiba. Por cierto me llamaron del Tren Urbano para devolverme los $5 pesos que se tragó la máquina de boletos automático. No se tardaron ni un mes en avisarme.
¿Qué les puedo decir? Vivimos en tiempos interesantes.
Vamos a tener que retomar los temas universales, la continuada existencia de mi lagartijo albino, y la condición sagrada de la Ceiba. Por cierto me llamaron del Tren Urbano para devolverme los $5 pesos que se tragó la máquina de boletos automático. No se tardaron ni un mes en avisarme.
¿Qué les puedo decir? Vivimos en tiempos interesantes.
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