En el mismo viejo colmado, ahora con nuevo nombre, que visito casi todas las tardes, me encontré que en el escaparate donde se exhiben los periódicos del día sobraba una estiba y media de copias del Primera Hora. Me llamó la atención porque a esa hora casi nunca quedan periódicos. Y si quedan son pocos y diversos.
La portada de la edición celebraba en tono irónico la sentencia del juez que le aseguraba a ‘Jorgito’ su escaño en el Senado. La portada felicitaba a Castro-Font por el 'regalo de cumpleaños' que recibió del juez. La estiba de copias que repetía visualmente las “Felicidades” al astuto legislador me hizo claro que el chiste no fue recibido con la misma gracia que sintieron los que publicaron la portada.
Son tan serios los disparates que suceden en la Isla a diario que ya ni los chistes le dan gracia a nadie.
¡Apúntame en la Quinta!
La portada de la edición celebraba en tono irónico la sentencia del juez que le aseguraba a ‘Jorgito’ su escaño en el Senado. La portada felicitaba a Castro-Font por el 'regalo de cumpleaños' que recibió del juez. La estiba de copias que repetía visualmente las “Felicidades” al astuto legislador me hizo claro que el chiste no fue recibido con la misma gracia que sintieron los que publicaron la portada.
Son tan serios los disparates que suceden en la Isla a diario que ya ni los chistes le dan gracia a nadie.
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