Me está curioso que en nuestra Isla tengamos tantos expertos. Tenemos más expertos en medicina que ninguna otra población en el planeta. Aquí todo el mundo sabe la cura perfecta para cualquier enfermedad y el remedio idóneo para cualquier mal. Lo último que veo es como los expertos legales están brotando de las paredes.
Cada vez que una corte, sea federal o isleña, de primera instancia o suprema, decide en contra de los intereses de un político, la corte o el juez no sirve, no sabe. Cuando la corte dijo que los trajes del gobernador eran un gasto legitimo todos los azules gritaron: ¡FOUL! Cuando la corte insistió en proteger la candidatura de los ‘auténticos’ se declaró que los jueces están incapacitados.
Ahora, el candidato de un nuevo partido que dice ser un partido diferente resulta ser también experto en asuntos legales expresando que la experiencia jurídica de los jueces de nuestro tribunal supremo no le llega a los tobillos. “Ellos no saben ná." Él dice que están equivocados al proteger los derechos de los candidatos que él despidió de su partido. Aparentemente su partido le pertenece, es de él e igual que todos los demás astutos lideres que nos agobian prefiere socavar la credibilidad de una de nuestras más importantes instituciones democráticos, que aceptar que estuvo equivocado al despedir dictatorialmente los correligionarios que él mismo nombró - igual de dictatorialmente - a las candidaturas.
Como dicen los franceses: C’est la meme chose.
¡Apúntame en la Quinta!
Cada vez que una corte, sea federal o isleña, de primera instancia o suprema, decide en contra de los intereses de un político, la corte o el juez no sirve, no sabe. Cuando la corte dijo que los trajes del gobernador eran un gasto legitimo todos los azules gritaron: ¡FOUL! Cuando la corte insistió en proteger la candidatura de los ‘auténticos’ se declaró que los jueces están incapacitados.
Ahora, el candidato de un nuevo partido que dice ser un partido diferente resulta ser también experto en asuntos legales expresando que la experiencia jurídica de los jueces de nuestro tribunal supremo no le llega a los tobillos. “Ellos no saben ná." Él dice que están equivocados al proteger los derechos de los candidatos que él despidió de su partido. Aparentemente su partido le pertenece, es de él e igual que todos los demás astutos lideres que nos agobian prefiere socavar la credibilidad de una de nuestras más importantes instituciones democráticos, que aceptar que estuvo equivocado al despedir dictatorialmente los correligionarios que él mismo nombró - igual de dictatorialmente - a las candidaturas.
Como dicen los franceses: C’est la meme chose.
¡Apúntame en la Quinta!
Comments