Un noble caballero, abogado de oficio, muy inteligentemente planteo en la prensa de la Isla, la idea de aprovechar la más reciente legislación en los Estados Unidos que prácticamente prohíbe en su totalidad todo lo concerniente a las peleas de gallo en ese país. Un deporte centenario en muchos de los Estados del Sur que se ha visto obligado a efectuarse al lado oscuro de la ley.
Sugiere el hombre, que el gobierno de Puerto Rico debe tomar cartas en el asunto y utilizar la legalidad de la pelea de gallos en la Isla como un atractivo turístico para los cientos de miles de fanáticos del deporte que están obligados a pelear sus gallos ilegalmente. Podría ser como las corridas de toro en muchos países. Prohibidas en Puerto Rico; pero no hay boricua que viaje a España o a Méjico que no insista en ver una corrida de toros.
Así, lo prohibido en Nuevo México y Nueva Orleáns, se puede disfrutar en Puerto Rico. Van a poder comprar carteles con fotos y los nombres de sus gallos favoritos. Hacer tournée de fin de semana con 'Gallos y Playa'. Invitar otros países a competir en torneos internacionales de Gallos de Pelea. Poder ser la sede del deporte gallístico del mundo.
La idea está buena pero por favor, no lo pongan en manos de nuestros astutos líderes. Son capaces de reglamentar las peleas con más jueces que al boxeo. Imponer impuestos compuestos sobre la entrada, las apuestas, y las cervezas Medallas. Crear una Procuraduría del Gallero. Una comisión en la legislatura, y un candidato, de algo, en defensa del gallo.
Pero hay que tener cuidado, no sea, que todos esos americanos quieran después quedarse a vivir aquí.
Sugiere el hombre, que el gobierno de Puerto Rico debe tomar cartas en el asunto y utilizar la legalidad de la pelea de gallos en la Isla como un atractivo turístico para los cientos de miles de fanáticos del deporte que están obligados a pelear sus gallos ilegalmente. Podría ser como las corridas de toro en muchos países. Prohibidas en Puerto Rico; pero no hay boricua que viaje a España o a Méjico que no insista en ver una corrida de toros.
Así, lo prohibido en Nuevo México y Nueva Orleáns, se puede disfrutar en Puerto Rico. Van a poder comprar carteles con fotos y los nombres de sus gallos favoritos. Hacer tournée de fin de semana con 'Gallos y Playa'. Invitar otros países a competir en torneos internacionales de Gallos de Pelea. Poder ser la sede del deporte gallístico del mundo.
La idea está buena pero por favor, no lo pongan en manos de nuestros astutos líderes. Son capaces de reglamentar las peleas con más jueces que al boxeo. Imponer impuestos compuestos sobre la entrada, las apuestas, y las cervezas Medallas. Crear una Procuraduría del Gallero. Una comisión en la legislatura, y un candidato, de algo, en defensa del gallo.
Pero hay que tener cuidado, no sea, que todos esos americanos quieran después quedarse a vivir aquí.
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