Tres Razones de Fundamento del Por Qué Puerto Rico Nunca
Va a Ser Estado.
Los proponentes de la estadidad para Puerto Rico claman a
viva voz que la estadidad está a la vuelta de la esquina. La estadidad federada
es el único de los estatus propuestos por los partidos que no tiene vuelta
atrás. Por eso es sumamente importante dejar claro que esa propuesta es solo un
engaño de los que propulsan la estadidad. Puerto Rico nunca va a ser aceptado como estado. Las razones son tan sencillas
como lo son de fundamentales.
Primera Razón
Históricamente el proceso de conversión de territorios en
estados de la unión, comienza con la usurpación territorial de los que viven en
el lugar y la invasión sistemática de pobladores gringos. Tal como está
haciendo Israel en los territorios palestinos. Una vez la población inmigrante
adquiere un población numéricamente significante se van apoderando de las
estructuras de poder y crean gobiernos propios, obviando la existencia y las
necesidades de los nativos originales. Cuando esa población alcanza una mayoría
absoluta sobre los nativos, algo que logran con la continua invitación de
nuevos pobladores, comienza el proceso de censos y cabildeo con la legislatura
federal. Una conversación entre gringos. Gente que ya se entiende. Y a la larga,
cuando tienen algo que aportar a la unión, se aceptan como los hermanos que
son. Para resumir, ningún hawaiano y ningún esquimal idearon buscar la
estadidad para sus naciones.
La historia de nuestra Isla es distinta. Los gringos
vienen a la Isla, están una temporada, por la razón que sea, empleo, estudios,
matrimonio y al tiempo regresan a su patria. Mientras están aquí se quedan
entre ellos mismos, sin aventurarse mucho a compartir con los nativos. Los
pocos que sí se quedan, se criollizan y se buscan un nicho que les permita
integrarse a la sociedad criolla. No tratan de presumir, ni buscan adquirir
posiciones en las estructuras de poder y tampoco hacerse visibles en la
política. Sin embargo los gringos que se quedaron en Hawái destronaron a la
legítima Reina de esas islas, prohibieron la religión propia, el uso del
lenguaje nativo e implantaron su propio gobierno.
Los americanos adquirieron a Puerto Rico, no porque
necesitaran expandir su territorio - hasta
la mitad del océano pacífico como en el caso de Hawái - sino que querían evitar
que algún otro país europeo tuviera un ‘pied à terre’ en su América. Les interesaba el territorio por su ubicación
geográfica estratégica. No para integrarlo a la unión. Solo poseerlo. Al
gobierno de EEUU no le interesó atestar la Isla con inmigrantes gringos, ni le
interesó involucrarse en la política local. Se interesó en la construcción de
bases militares y la infraestructura - energía eléctrica, carreteras, etc. -
necesaria para sostener el aparato militar que iban destinando a la Isla. Hay
quienes argumentan que el otorgarnos la ciudadanía de ese país comprueba la
intención de que fuéramos parte de esa nación. La realidad es que fue otro
agregado militar más, si todos somos ciudadanos americanos cualquier gestión
revolucionaría se podría considerar como traición a la patria con el
ajusticiamiento correspondiente. Fue otra forma adicional de amarrar su
propiedad con collar y cadena para evitar que se les escapara.
Luego de cien años de cabildear por la estadidad federada
debemos darnos cuenta que de parte de ellos no hay interés alguno. Toda gestión ‘a favor’ de nosotros siempre ha
sido mecanismos políticos para justificar su continua posesión de Puerto Rico,
queriendo redefinir lo que es una colonia. El contradictorio Estado Libre
Asociado es el mejor ejemplo de esa manipulación. La traducción al inglés
revela el asunto. Según ‘Google Translate’, Estado
Libre Asociado en inglés es Commonwealth, no un Free Associated State y pero en otro diccionario Commonwealth solo significa una entidad
o grupo político; excepto, claro, cuando se refiere a Puerto Rico, entonces la
traducción es Estado Libre Asociado.
Un acto de malabarismo lingüístico/político. Será un reconocimiento a nuestra
existencia política, pero muestra cero interés en sumarnos a la unión. Ni
siquiera un estado asociado.
Segunda Razón
La segunda razón es económica. EE UU es un país
capitalista, libre empresa, que idolatra el dinero. Respalda al empresario,
motiva la productividad y abraza la adquisición de bienes. Su actitud hacia el
dinero y la consecuencia económica que trae esa actitud es el desprecio por los
pobres y marginados. Y los programas de bienestar social que integran los
países europeos de igual desarrollo económico son desdeñados. Es a
regañadientes que los congresos de EE UU aprueban programas sociales paliativos
que en verdad no resuelven nada, solo posponen. Y esos limitados programas de
ayuda están bajo la continua amenaza por algunos sectores políticos de ser
reducidos o de eliminarse por completo. Las instituciones de poder insisten en
que el pobre es pobre porque quiere serlo. Por vago. Por eso no sienten
obligación de ayudarlos, ni repartirles el dinero que con el ‘sudor de su
frente’ se ganaron los más ricos.
¿Qué tiene eso que ver? Pues, que Puerto Rico es un país
de gente pobre. Claro, los políticos emburujan el asunto haciendo las
comparaciones con otros países latinoamericanos y caribeños. No se atreven
hacer la comparación con el estado más pobre de la unión de EE UU, donde una
familia de cuatro con ingresos de $40 mil al año son considerados pobres. En
nuestra isla ingresos como esos son clase media y de bien. El ingreso promedio
en Puerto Rico es menos de la mitad del ingreso promedio del estado más pobre y
por tanto más de la mitad de nuestra
población tiene derecho a recibir algún tipo de asistencia gubernamental. Uno
se tiene que hacer la pregunta: ¿en qué mente cabe que un gobierno, cualquiera
- lejos o cerca - le interese incorporar casi dos millones de personas pobres a
sus arcas de beneficencias? Y además, esas dos millones de personas traen con
ellas una economía devastada y un crecimiento poblacional negativo, lo que achica
la base contributiva del país. Ya sea la otorgación de una estadidad federada,
el aceptarnos como un nuevo arrondissment
de Paris o incorporarnos como una provincia de España sería un disparate
político y financiero para la nación que lo haga. El potencial económico que
prometía la Isla ya fue despilfarrado por las continuas reversas en estrategias
económicas y la dadiva desmedida de nuestros políticos afanados en ganar votos.
Ahora no nos queda nada que ofrecer a cambio de una estadidad federada.
Tercera Razón
La cultura es el trago más amargo. Nosotros somos una
cultura vigente y activa. Y somos muchos. A los esquimales los pudieron
arrinconar para hacer fácil tomar posesión de ese vasto territorio que habían
comprado. Aquí no hay rincón donde empujarnos. Nuestra cultura está tan
enraizada que solo el exterminio de la población pude lograr que se deje atrás.
En otras palabras, ha sido imposible americanizarnos. Y lo seguirá siendo,
porque lo que algunos les parece un proceso de americanización en realidad es
un proceso que se repite en un sinnúmero de países. En España usan más
anglicismos que nosotros. Y en Cuba se pueden ver los letreros de algunos
comercios ¡en inglés! En Francia abrieron McDonald’s y en Rusia venden Pepsi
Cola. Las modas de EE UU recorren el planeta sin que estas alteren
significativamente las culturas nacionales. Pero igual que en la Isla, solo un
pequeño por ciento de la población habla inglés o se sienten transculturales. Resumiendo,
es un sinsentido que esa nación, racista y nacionalista, nos incorpore intactos, como iguales, con toda
nuestra cultura, identidad deportiva, sistema jurídico y un idioma que para
ellos es extranjero.
¿Y entonces?
El desespero de los que quieren atosigarnos la estadidad
es porque aquellas ventajas estratégicas y militares que ofrecimos han
desvanecido. De unas ocho bases militares de importancia estratégica que
existían en la isla solo queda la Guardia Costanera y una pequeña base, en el
área metropolitana que ofrece servicios a los militares aún estacionados en
Puerto Rico y a los veteranos retirados que tiene derecho al PX, el
supermercado militar con precios libre de impuestos. La economía está en
bancarrota, recursos naturales explotables a escala son limitadísimos y la
inmensa deuda que carga el gobierno nos hace una pérdida neta para el gobierno
de EE UU o el que sea. Ofrecernos cualquier clase de igualdad de condición
comparable con los otros 50 estados sería incosteable ya que nosotros no
tenemos nada que aportar. La estadidad jíbara con que se intentó pasarnos gato
por liebre, es una imposibilidad comprobada. Una gran parte de la población de
EE UU rechaza la enseñanza bilingüe y/o cualquier acomodo para la población
inmigrante de habla hispana. ¿Habrá un político, aquí o allá, que honestamente
crea que la integración de nuestra nación a la de ellos es una gran idea?
¿Habrá un político, aquí o allá, que honestamente piense que es un gran paso en
beneficio de EE UU? Explicó Adam Smith que si dos personas (entidades) entran
en un acuerdo, libre de presiones externas, ese acuerdo va a ser de beneficio
para ambas partes. En vista que nosotros no tenemos como ejercer una presión
que los compele a hacer un mal negocio, se hace necesario que cada vez que se
plantee la estadidad, se haga la pregunta, ¿en que ganan los gringos? Estatura
moral no se puede contabilizar. Y en esa nación nada se mueve si no hay dinero.
¿Qué más hay? Si la estadidad se elimina como alternativa política entonces el
partido que la promulga tampoco tiene razón para existir.
¡Ahí está la urgencia y la necesidad del engaño!
Comments
Peor aun, a Puerto Rico en esto momentos no le conviene ser añadido a ninguna otra Nación o de esa misma manera, buscar su independencia. La situación económica actual de la Isla no permitiría a los lideres tomar la mejor de las decisiones. De la misma manera que nadie debe de ir al supermercado con hambre o a las tiendas sin dinero; no se debe tomar decisiones de esta índole cuando la Isla no tiene la madures económica necesaria para disminuir el "shock" que un cambio de esta índole le traería. Al final del día TODOS siempre se querrán aprovechar de la decisión tomada y Puerto Rico tendrá que ser lo suficientemente fuerte y maduro para poder triunfar sin importar la decisión tomada.
La independencia es mas costo-eficiente para los Yankis.mñn
Lee este este blog post...Creo que le va a interesar. Es el otro lado de la moneda y la situación se vé...
http://theeconomiccollapseblog.com/archives/83-numbers-from-2013-that-are-almost-too-crazy-to-believe
Juan Carlos