¡Y llegaron bailando
chachachá! ¿No es así que dice la canción? Llevo casi una década escuchando
sobre una supuesta conspiración PNP para arruinar la Isla y obligar a los
federales a intervenir con un plan de rescate que, ‘somehow’, incluye endilgarnos
la estadidad. Yo no me atrevo a decir si esa conspiración es
o no verdad pero sí me han contado de muchos - algunos todavía en la cárcel -
que se hicieron millonarios arruinando al gobierno.
Me explico, el dinero no se desvanece. Lo que se pierde
es valor. El dinero simplemente
cambia de bolsillo. Esa es la situación con los ‘bonistas’ que perdieron el valor de su inversión, pero el dinero no
se perdió, los corredores de bolsa cobraron su comisión y el dinero se le dio
al gobierno de la Isla.
¿Qué se hizo ese dinero? ¿Unos 70 mil millones de dólares
que debemos? ¿Se invirtió para mejorar la infraestructura y la calidad de vida?
No. Se botó. ¿Cómo? El oleoducto del sur, por ejemplo, el gasoducto, el súper-tubo
y otros tantos mega-proyectos politiqueramente motivados que llenaron los
bolsillos de contratistas, abogados, buscones y otras especies aledañas al
partido en turno.
¡Y ahora llegan los tan esperados federales! No para resolver
la ruina fiscal de Puerto Rico, ni traer la estadidad, sino para revisar
detalladamente que se ha hecho con los $6,500,000,000 que ellos nos envían
todos los años. Sugiero, como dice otra canción, ‘que le pongan salsa’ a las excusas
que se van a inventar, a ver si los federales se tragan los embustes.
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