¡Qué suerte tengo! No más se me ocurre una idea que ya alguien se la ha copiado. Al hojear las páginas de un rotativo de la capital (me imagino que se llaman rotativos porque la imprenta es redonda y da vueltas) encuentro que el susodicho periódico le exigía a los candidatos a la gobernación a exponer claramente su plan de reforma política. Pues me adelanto a publicar mi plan de Renovación Política antes que otro de los candidatos se copie mis ideas.
En un principio nuestros astutos líderes copiaron los modelos legislativos del gobierno federal, cámara y senado, pero se copiaron nada más que en nombre no en sus funciones. Por casualidad eso le vino súper al partido y nadie dijo una palabra. Pero a fin de cuentas, nos han tomado el pelo por décadas presentándose ellos, los legisladores como representantes del pueblo, cuando en verdad solo representan los intereses de su partido. Esto es más fácil de explicar de lo que parece.
¿Sabía usted? Qué los representantes al congreso, o cámara, federal son re-electos cada 2 años. Que los senadores federales son re-electos cada 6 años. Y el presidente se elige cada 4 años. En otras palabras el pueblo norteamericano tiene el poder de cambiar el semblante político del país cada dos años. O sea, un año si y un año no, el pueblo puede alterar la relación de poder entre los partidos o políticos de turno.
El primer artículo de la ley que propongo es la redistribución de las fechas para elecciones. Cada noviembre se elige un contingente político en el mismo ciclo de 4 años. Primero los alcaldes y asambleas municipales. Segundo los representantes a la cámara, tercero el gobernador, y por último los senadores. Con esta estrategia se empodera al pueblo y se tiene a los partidos y/o políticos amarrados a sus promesas.
El segundo artículo de la ley es la eliminación de todas las posiciones legislativas por acumulación, cámara y senado. Ya sabemos que sólo representan a su partido.
El tercer artículo incluye reducir las sesiones legislativas a 90 días del año. Cero salarios o millaje, sólo dietas.
¡Ah! Y antes que se me olvide. Que para el financiamiento de las campañas se las busquen ellos mismos. Nacárile del oriente.
¡Ni un centavo más!
¡Apúntame en la Quinta!
En un principio nuestros astutos líderes copiaron los modelos legislativos del gobierno federal, cámara y senado, pero se copiaron nada más que en nombre no en sus funciones. Por casualidad eso le vino súper al partido y nadie dijo una palabra. Pero a fin de cuentas, nos han tomado el pelo por décadas presentándose ellos, los legisladores como representantes del pueblo, cuando en verdad solo representan los intereses de su partido. Esto es más fácil de explicar de lo que parece.
¿Sabía usted? Qué los representantes al congreso, o cámara, federal son re-electos cada 2 años. Que los senadores federales son re-electos cada 6 años. Y el presidente se elige cada 4 años. En otras palabras el pueblo norteamericano tiene el poder de cambiar el semblante político del país cada dos años. O sea, un año si y un año no, el pueblo puede alterar la relación de poder entre los partidos o políticos de turno.
El primer artículo de la ley que propongo es la redistribución de las fechas para elecciones. Cada noviembre se elige un contingente político en el mismo ciclo de 4 años. Primero los alcaldes y asambleas municipales. Segundo los representantes a la cámara, tercero el gobernador, y por último los senadores. Con esta estrategia se empodera al pueblo y se tiene a los partidos y/o políticos amarrados a sus promesas.
El segundo artículo de la ley es la eliminación de todas las posiciones legislativas por acumulación, cámara y senado. Ya sabemos que sólo representan a su partido.
El tercer artículo incluye reducir las sesiones legislativas a 90 días del año. Cero salarios o millaje, sólo dietas.
¡Ah! Y antes que se me olvide. Que para el financiamiento de las campañas se las busquen ellos mismos. Nacárile del oriente.
¡Ni un centavo más!
¡Apúntame en la Quinta!
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