Sentado esperando el ‘troly’ que lleva al Morro escuché una conversación donde el parlante mencionaba los ‘300’. Al oír el número pensé que tuviera que ver con la película, (o mejor aún con la columna que yo había escrito) y le presté atención. Digo que el parlante sabía de lo que hablaba. Era, o es, porque no se ha muerto, que yo sepa, un profundo conocedor del tema. Se lo juro. Yo lo vi.
Los 300 a que se refería son las guaguas que tiene la AMA, el inventario completo digamos. Y la referencia a los 60, son el total de guaguas que están prestando servicio. Las otras 240 están dañadas esperando piezas.
¡240!
Y yo esperando por una B-21 una hora y media; y fácil 45 minutos por una A-5. No ‘embalde’. Eso lo explica todo.
“No hay dinero para comprar las piezas” seguía él. “Claro que el servicio es pobre y lo mas serio es” seguía, “que a nadie le importa. A ninguno de los jefes. Ni saben ni les importa.” Él siguió dando detalles pero la llegada del troly me obligó a abandonarlo. Viajando por la cuesta del San Cristóbal me puse a pensar en lo que eso significa.
¿Cuántos chóferes hay? ¿Y que hacen si no hay guaguas para guiar? ¿Qué hacen los mecánicos si no hay las piezas para reparar las guaguas? ¿Por qué no ‘canibalizan’ piezas de las otras que están dañadas? ¿Cuánto le cuesta esta dejadez administrativa a la productividad nacional con la gente esperando horas para ir a trabajar? ¿A la escuela? ¿De compras? ¿Por qué me entero yo de esto por una conversación ajena y no en la prensa?
Porque las guaguas las usan los pobres y les importa un bledo a los políticos. Porque aquí los que mandan son los ricos.
Los 300 a que se refería son las guaguas que tiene la AMA, el inventario completo digamos. Y la referencia a los 60, son el total de guaguas que están prestando servicio. Las otras 240 están dañadas esperando piezas.
¡240!
Y yo esperando por una B-21 una hora y media; y fácil 45 minutos por una A-5. No ‘embalde’. Eso lo explica todo.
“No hay dinero para comprar las piezas” seguía él. “Claro que el servicio es pobre y lo mas serio es” seguía, “que a nadie le importa. A ninguno de los jefes. Ni saben ni les importa.” Él siguió dando detalles pero la llegada del troly me obligó a abandonarlo. Viajando por la cuesta del San Cristóbal me puse a pensar en lo que eso significa.
¿Cuántos chóferes hay? ¿Y que hacen si no hay guaguas para guiar? ¿Qué hacen los mecánicos si no hay las piezas para reparar las guaguas? ¿Por qué no ‘canibalizan’ piezas de las otras que están dañadas? ¿Cuánto le cuesta esta dejadez administrativa a la productividad nacional con la gente esperando horas para ir a trabajar? ¿A la escuela? ¿De compras? ¿Por qué me entero yo de esto por una conversación ajena y no en la prensa?
Porque las guaguas las usan los pobres y les importa un bledo a los políticos. Porque aquí los que mandan son los ricos.
Comments