Siguiendo el camino señalado por nuestro comisionado, que
reside en Washington, es el momento de
apoyar a nuestro gobierno para socorrer a Puerto Rico. Así que voy a enumerar
varias de las alternativas que recomiendo como necesarias para sacar a nuestra
clase politiquera del hoyo en que nos han
metido a todos.
1.
Despedir a
todos los directores de agencias relacionadas a la economía, cancelarle los
contratos a todos los asesores en asuntos económicos y prohibir por ley a los
que estuvieran asesorando al gobierno de Puerto Rico, desde el comienzo de este
siglo hasta la fecha de hoy, que vuelvan a participar o recibir remuneración
alguna por su asesoría en asuntos financieros y económicos. (No podemos esperar resultados diferentes si
seguimos cocinando con los mismos ingredientes.)
2. Cumplir cabalmente con el referéndum del 2005 y las recientes
promesas de campaña. Reducir la legislatura a una sola cámara con legisladores
ciudadanos sin salario fijo, solo dietas por su asistencia. (Con esto se gana el respeto del pueblo y de
los traficantes de bonos además de eliminar millones de dólares en gastos
imprudentes e innecesarios. Total para lo que hace la legislatura.)
3. Anunciarle a los traficantes de bonos que aquí la cosa se
jodió. Que primero tenemos que atender las necesidades urgentes de la nación
antes que las urgencias de los especuladores financieros. Que se pongan en fila.
Que de cada $10 que ingrese el fondo general se va a separar $1 para ir pagando
la deuda. (Las mismas agencias de
corretaje son responsables, en parte, de esta debacle nacional. En el 2009 el
gobierno federal de EEUU hizo responsable, en parte, a los bancos que vendieron
las hipotecas fatulas que quebraron a esa nación. Las multas ascendieron a
muchos miles de millones. Los traficantes de aquí, pues nada más tienen que
esperar.)
4. Para conseguir capital que resuelva la liquidez del
gobierno se debe vender algunas de las propiedades que aún conserva el
gobierno. Muchas propiedades están sin utilizar o son de una utilidad mínima.
Sin embargo un buen número de ellas tienen un valor incalculable. Es dinero
contante y sonante sin deberle nada a más nadie. (La localización, el valor como desarrollo turístico, las cincuenta
acres más codiciadas del área metropolitana, con todo y eso sin servir para
nada. Allí sí que se puede hacer tremenda mansión. ¡Y con playa privada! Por
eso recomiendo que se venda primero el Capitolio y los terrenos aledaños. Se
puede subastar en Sotheby’s, con un precio mínimo de $10,000,000,000. ¿Cuánto
crees que un jeque petrolero no estaría dispuesto a pagar por esa propiedad? ¡Miles
de millones! Y como ese hay media docena más de edificios codiciables en la
Isla.)
5.
Hacer que
el gobierno funcione según se supone. Que se le quiten los subsidios de agua y
electricidad a los municipios y a las iglesias. Que se obligue a los municipios
a pagar los préstamos que tienen con el Banco de Gobierno. Que las agencias de
gobierno se pongan al día con los pagos de agua, luz y renta. Prohibir por ley que una agencia de gobierno o una
corporación pública ceda, preste, invierta o financie otra dependencia
gubernamental.
6.
Y, ¡ay
bendito!, que la AMA establezca un horario de servicio y lo cumpla.
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