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Showing posts from October, 2016

EL VOTO NEGATIVO

            Mientras más lo pienso más me gusta la idea. Pero, como me resulta demasiado fácil imaginar travesuras me parece que, para beneficio de la gente seria, debo explicar mejor el Voto Negativo. La idea es aprovechar las mismas herramientas democráticas que eligen políticos, para protestar masiva y significativamente contra los políticos corruptos.             El Voto Negativo es una manera de cumplir con la obligación social/política de ir a votar; y aprovechar esa misma herramienta irrefutable para decirles a los políticos de turno, que estamos hartos de que se estén aprovechando de nosotros. Es también una forma innegable de advertirle a la Junta, a los buitres y a los vampiros, que los ciudadanos que habitamos esta tierra no vamos a aceptar esta intromisión colonial en nuestros asuntos.             Como expliqué en el ‘posting’ anterior, el Voto Negativo consiste en ‘dañar’  sólo una de las papeletas, para conseguir que ese voto por esos puestos electivos se invalide.

¿Votar y Botar? Parte...3

            El irrisorio absurdo de estas elecciones me obliga a reconsiderar mi opinión estándar sobre el NO VOTAR como protesta. Hasta ahora, para mí,  hacer una protesta por abstención, es una contradicción. Los 100,000 o 300,000 o 500,000 que no fueron a votar no se contabilizan. La ausencia de votos se va, simplemente, a cualificar como un porcentaje estadístico más bajo que el promedio. ¡Y ya! No hubo protesta. Solo vagancia.             Sí, estoy de acuerdo con hacer de estas elecciones una protesta. Pero, ¿cómo hacerlo para que a los políticos les duela? ¿Para que sea obvio el rechazo? ¿Cómo hacerlo para que sea aceptable tanto para los correligionarios fieles a su candidato pero molestos con su partido? Y que a la vez se complazcan todos los que desean meterles un dedo en el ojo a nuestros astutos líderes políticos.             Sea quien sea que gane -  tanto el gobernador como los alcaldes de los 78 pueblos -  van a tener tarea que hacer cuando lleguen a sus puestos. Bie

Puede que suene a chisme, pero...

            Qué me perdonen los más duchos, pero es totalmente absurdo estar discutiendo quien podrá ser mejor gobernador o qué partido tiene mejores planes de gobierno. ¡Absurdo!  En mi historiografía La Histeria Económica de Puerto Rico (amazon.com) queda claro que nuestra isla ha sido controlada por un pequeño grupo de familias. Las mismas familias - hijos de los hijos - de los fundadores de La Sociedad Económica de Amigos del País; 1805.              Los políticos son sólo mayordomos a cargo de mantener a la población entretenida con ‘justas’ politiqueras, más parecida a un carnaval que a una discusión seria sobre nuestra nación. Los líderes que se han negado a bailar al son que estos ‘Amigos del País’ tocan, son bautizados rebeldes - revolucionarios - y como tal son atentamente destruidos por las fuerzas policiacas locales y en algunos casos federales.             En otras palabras, ¡no quedan VIVOS líderes capaces de confrontar las estructuras de poder! La conclusión inevita

La Palabra del Día: ¡Boicot!

            Nuestra isla tiene un cáncer que hizo metástasis. Ese cáncer son los partidos políticos tradicionales. La deuda súper-últra-multi-millonaria la incurrieron ellos para beneficiarse ellos, no para beneficiar al ciudadano. La corrupción moral e intelectual es ya parte de su naturaleza. ¡No hay forma que ellos arreglen el problema económico! ¡Son causa y parte del problema! Y lo más serio es que no hay forma legal-electoral para sacarlos y poner gente nueva.             La constitución que ellos escribieron, más la docena de leyes que los protegen mientras ejercen sus funciones, los hace inmunes a la realidad y la voluntad del pueblo. Los partidos tradicionales y los políticos que le dan vida, están atornillados al gobierno. Las elecciones solo cambia de puestos a unos pocos. La mayoría sigue en sus tronos. Los nombres se repiten por décadas, en algunos casos por generaciones. Los más listos se han enriquecido con la deuda y los más ‘honestos’ han vivido del cuento del estat

¿Gobierno? ¿Elecciones? ¿Pa’qué?

            Debería llamar la atención que nuestros astutos líderes han logrado que la conversación política gire en torno a la Junta Fiscal y el colonialismo explicito de su incumbencia. Las voces tri-partidistas repiten lo mismo: ¡El abuso, los derechos, las Nacionales Unidas! ¿Qué esperaban después de estar meses mendingando en el congreso? ¿Un cheque? ¿Llamaron al diablo y ahora están asustados? ¡Falso!             La gritería anti colonial tiene un obvio propósito subversivo. Nuestra casta política no quiere que se mire la realidad. La Junta Fiscal, por infame que sea, hace transparente no solo nuestra condición colonial, sino que evidencia lo superfluo que resultan ser nuestros políticos. ¿Qué utilidad tiene una legislatura que no puede legislar sin permiso de la Junta? ¿Para qué gastar cientos de millones de dólares en una cámara de representantes que quedó desautorizada a ejercer su deber ‘constitucional’ fiscal? ¿Para qué tener un senado cuando a fin de cuentas las leyes qu