La más reciente cantinflada de nuestro gobierno en bancarrota es con el Tren Urbano. No hay dinero para pagar el contrato de operaciones y la solución que proponen es subirle el precio al boleto y reducir el horario de servicio. ¡¿Qué?! Parece que el oficial de gobierno responsable por el contrato sigue la política del gobernador de destruir o mutilar lo que tenemos con el afán de supuestamente salvarlo. Quién recuerde la historia del Tren Urbano sabe que es una de desaciertos, sobregiros y una deslumbrante incapacidad de gobierno. ¿Recuerdan el ATI? La Autoridad de Transportación Integrado. Desde el día 1, las predicciones de uso fueron todas equivocadas. La gente no fue corriendo a disfrutar la novedad del tren. Operaba cada 7 minutos a un 30% o menos de capacidad. Recurrieron a rebajar el precio del pasaje a la mitad y se duplicó el número de pasajeros, si no las ganancias. A ese precio me hice fiel usuario del tren. Hasta que descubrí que avanzaba más en
Puerto Rico es una isla en algun lugar del mar caribe cuyos habitantes insisten es un país.